MINEROS es una obra que se estrenó este año
en el teatro Metropolitan 1 en la calle Corrientes. Su elenco está formado por
“grandes” actores, sobre todo por la edad, Hugo Arana, Darío Grandinetti, Juan
Leyrado y Jorge Marrale. Aunque por momentos el espectador teme que alguno
tenga un síncope en escena, tranquilos que eso no sucederá. La dirección está
muy bien llevada a cabo por el reconocido Javier Daulte, a quién parece que le
encanta la temática de cuatro amigos jovatos, un buen guión con moraleja y
sobre todo la participación de sus actores fetiches, con quienes repite la
exitosa formula de Baraka. El libro original The Pitmen Painters, es del escritor inglés Lee Hall y no tiene
demasiadas críticas para hacerle, es un texto sentimental pero real que deja en
claro de que se trata el verdadero arte.
Básicamente
la obra consiste en un caso de real de mineros que por casualidad deciden tomar
clases de arte con un profesor muy particular compuesto por Marrale, que les va
mostrando que el arte no se enseña ni se aprende, se siente, se interpreta y se
vive. No hay sólo una lectura de un cuadro y en la mayoría de los casos ni
siquiera el pintor sabe por qué hizo lo que hizo. Y eso es porque el arte no
tiene lógica ni sentido, trasciende la razón para percibirse e instalarse en
otras partes del cuerpo. Cuando se habla
de artistas queda claro que no importa condición social ni formación, pero si
es necesario una capacidad especial de observación sumada a una gran
sensibilidad y ese no sé qué que poseen los grandes que por algo llegan lejos.
Los
mineros se debaten entre el éxito en la pintura, talento que desconocían, o
continuar con sus vidas a las que están acostumbrados y a la que le deben todo
lo que son. En el medio una destacable
actuación de Hugo Arana que claramente deja atrás a sus compañeros y un
reconocimiento al hijo de Grandinetti, Juan, que hace un papel chico pero bien actuado, convirtiéndose
en esos actores que demuestran que no hay papeles chicos sino actores pequeños.
Por su parte Grandinetti adulto podría pedirle consejos a su hijo, ya que su
personaje esta forzado y muchas veces cae en el cliché de hombre bruto pero con
un corazón de oro. El resto del elenco esta bien, ahí, justito, creíble pero no
destacable.
La
obra tiene humor, drama, es llevadera en toda su extensión y lo más importante,
tiene una escenografía soberbia. BRAVO y felicitaciones a los encargados de esa
maravilla, si bien no es Steven Spilberg, los cambios de paneles son perfectos,
los recursos muy originales y el momento en que meten a los actores y público
dentro de un cuadro de Van Gogh parece un sueño hecho realidad.
Conclusión:
Vayan a verla, realmente vale la pena!!!
Puntuación: 4 /5
HIJA DE DIOS: “Esta obra se pensó como un regalo
para mi papá”, dijo Dalma Maradona en la conferencia de prensa que brindó a
periodistas y amigos el 14 de junio sobre el escenario del teatro SHA, donde
presentó la obra especialmente para su familia.
Calculo
que ningún espectador le podrá discutir a Dalmita que la obra es por y para
papá, si sos mujer y pensas que tenes un Edipo no resuelto, anda a ver esta
obra y te vas a quedar tranquila, tu caso puede ser grave, pero sin duda, no es
el peor.
Hija
de Dios es un monólogo de Dalma Maradona, dirigido por Erika Halvorsen, quién
también la ayudó a escribir y con una participación de sostén o colaborativa de
Mariano Bicain. Según la nena devenida en joven porque ya cuenta con 25 añitos,
sus amigos y/o compañeros de teatro y de la vida le insistían hace mucho tiempo
que debía hacer algo con las anécdotas (miles) de su papá y de su particular familia.
Claro que sin Diego, todo esto carecería de interés. “Tanto insistir me
convencieron y me animé”, dijo Dalma Nerea cuando le preguntaron por qué ahora.
La
mayor de las hijas del Diego se recibió el año pasado del IUNA, uno de los
Institutos más reconocidos en la formación artística. Por supuesto estudiar allí
no alcanza para asegurar un talento “in scene”, hace falta tener algo especial
que por más que se venga de un esperma de Dios (como alguien le dijo a Dalmi
una vez) si no se tiene, no se tiene. Entendemos que es difícil hablar de uno
mismo frente a un público por mas actor que se sea, pero la joven exagera, sobreactúa
y por momentos hasta parece desganada. Ni siquiera los recursos de diálogo con
el actor que la acompaña son creíbles. Cabe destacar que él tampoco ayuda en
materia de método actoral. Solo algunas anécdotas son divertidas, generalmente
cuando se tratan de alguna “genialidad” dicha por el Diego, entonces uno no
sabe si el espectador se ríe por el buen trabajo de la actriz o por la mención del
mejor jugador de fútbol. La obra se hace larga, y no porque en tiempo real dure
mucho, sino porque es una hora y diez escuchando “Cuando yo, y yo, y mi papa, y
yo, y le dije, y me dijo…”
Tampoco
queda claro a quien además de su familia, por supuesto, puede interesarle tanto
relato íntimo irrelevante. Calculo que habrá fanáticos que lo disfrutaran pero
si no conoces ni te interesa mucho la vida de los Maradona te aconsejo que te
mantengas alejado de la calle Sarmiento donde todos los viernes y sábados se
presenta a las 20.30.
En
la conferencia de prensa donde hablo Diego, un periodista le pregunto si le
gustaría ser parte de la obra de Dalma, a lo que ella refuto con señas, pero a
él pareció gustarle la idea. Nosotros le recomendaríamos a la nena que lo
piense, ya que la entrevista con el 10 fue lo más divertido de esa noche. Creo
que el dúo sí funcionaría en escena.
Conclusión:
Si sos una persona que espera ver una buena obra de teatro con un lindo guion y
que te emocione, no vayas, busca otra opción que hay muchas. Si el buen arte te
chupa un huevo, y sos un admirador de fútbol y sobre todo del más grande de
todos los tiempos, este es el lugar donde el teatro ha hecho algo productivo
para ti.
Puntuación:
2/5
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